BERLIN - Alemania se enfrentará en Berlín a Turquía, su rival más duro en la fase previa mundialista, con la sensible baja del centrocampista Bastian Schweinsteiger, que, desde el Mundial de Sudáfrica, se ha convertido en el líder indiscutible del equipo.
Özil se verá las caras con su 'selección de nacimiento', la Turquía de Altintop.
Pese a que sobre el papel Alemania es local, se espera un estadio dividido, debido a los muchos turcos que viven en Berlín que ya en otras ocasiones se han adueñado del Estadio Olímpico en partidos de clubes o en partidos de selecciones.
Alemania ha empezado la eliminatoria sin mayores complicaciones, con dos victorias en dos compromisos, pero sin que hasta ahora se haya encontrado con un rival que verdaderamente lo ponga a prueba.
Bélgica se defendió bien y le complicó la vida, pero no más, y Azerbaiyán fue poco más que un pretexto para una especie de entrenamiento.
Turquía, sin duda, es de otro calibre y los alemanes y el capitán Philipp Lahm ha pedido plena concentración de cara al compromiso.
"De nada vale repetir que hicimos un buen Mundial, a eso hay que pasarle página. Ahora hay que pensar solamente en la eliminatoria", dijo Lahm.
Para el madridista Mesut Özil, sin duda titular en Alemania, será el primer partido de selecciones contra el país de origen de sus padres y muchos tendrán los ojos puestos en él.
La ausencia de Schweinsteiger obligará a Özil además a asumir mayor responsabilidad
Del lado de Turquía hay un caso similar, aunque al revés, que es el de Nuri Sahin, nacido y crecido en Dortmund -y estrella del Borussia- que, sin embargo, decidió jugar por el país de sus padres.
Sahin, que está en un buen momento, es uno de los jugadores turcos más temidos en Alemania.
Como alternativa para sustituir a Schweinsteiger, el seleccionador Joachim Löw podría apostar por Christian Träsch o, en una versión más ofensiva, por Toni Kroos.
Vie Oct 08, 2010 6:02 am